Meteoro y Covadonga“Hacía dos meses que Esperanza había muerto y anoche, víspera de su aniversario de bodas, Millo soñó el cuadro perfecto. El poolpote, la trifecta, la dupleta, todo. Recta a recta, carrera tras carrera, las combinaciones ganadoras galopaban en su cabeza como en una colosal ecuación cósmica. El cielo era la pizarra y la tiza sus estrellas.”