Si usted está por Río Piedras de día no sea pecador y acérquese a la Plaza del Mercado, el sabor de lo nuestro. Aquí, casi inadvertida a no ser por un tótem en el que está labrado su nombre, podrá encontrar lo que desea si proviene de la tierra, es decir cualquier producto cultivado en la Isla.

Tiempo tiene: la Plaza del Mercado abre a las 6:00 am y cierra a las 6:00 pm, de lunes a sábado. Y los domingos atiende al público desde las 6:00 y hasta el mediodía.

Son cerca de un centenar de placeros los que ofrecen sus productos en la tradicional e histórica Plaza del Mercado de Río Piedras, que a través de los años ha sufrido varias transformaciones. La última, hace unos años, la dejó herméticamente cerrada, es decir bajo techo.

Pese a que perdió el encanto del pasado, ahora usted puede disfrutar, apenas entra al edificio, de un agradable y recomponedor aire acondicionado. Créame que no es una tontera si momentos antes ha estado caminando por el área, bajo el sol inclemente, y sin donde refrescarse.

Pues una vez que está adentro y recuperado por ese aire helado, viene lo otro: el atractivo mundo de lo criollo. Aquí, si abre bien los ojos y pone atención, disfrutará de muchos personajes y vivencias.
Obviamente, no es todo. Porque están los productos que se ofrecen: además de las frutas y verduras que llegan desde todas partes del País, y que se muestran en cada escaparate, hay carnicerías, venta de billetes, botánica, colmados, florerías, zapaterías, música, entre otros.

“Aquí hay de todo. Todo lo que usted quiera, aquí lo puede encontrar. Incluso, hasta mujeres que leen la mano”, asegura Yolanda Montañez, quien trabaja en la administración del lugar, y adora esta plaza “que tiene casi cien años”.

La Plaza del Mercado de Río Piedras, como todas las plazas del País participan en la Semana de las Plazas del Mercado, que se celebran anualmente a fines de noviembre o principios de diciembre. En esta fiesta, algunos placeros o placeras, que también hay mujeres, son reconocidos por el tiempo que llevan trabajando o, también, porque se han convertido en un ejemplo para el resto de los comerciantes.

Al margen de la comodidad que significa comprar con aire acondicionado, en un lugar ordenado y limpio, también cuenta con seguridad, ya que habitualmente se encuentran policías municipales o estatales, así como guardias privados.

Así es que vale la pena visitar la Plaza del Mercado. Y no lo lamentará, si le sorprende ese hambrecito del mediodía, sentarse en las mesitas de la cafetería del lugar y comer, comer rico, comer lo que tiene que ofrecer la tierra, la de Puerto Rico.