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Ruta Panorámica. / Foto por: Ricardo Alcaraz |
Martha Bravo Colunga
Un viaje por el corazón de Puerto Rico es la mejor manera de definir el recorrido de la Ruta Panorámica, la cual ofrece mucho más que el disfrute de sus hermosas vistas. Su recorrido provee a visitantes de todas las edades, diversas oportunidades para disfrutar de los recursos naturales y escénicos, culturales e históricos, las tradiciones locales y la experiencia de un estilo de vida rural, así como vestigios de los estilos de vida cuando el café y el azúcar dominaban la economía en el Caribe.
Unas cuarenta (40) carreteras interconectadas conforman la Ruta Panorámica, la cual atraviesa la Cordillera Central, entrelazando diversas regiones y veintiún (21) municipios entre las costas este y oeste de Puerto Rico: Maunabo, Yabucoa, San Lorenzo, Patillas, Guayama, Cayey, Aibonito, Barranquitas, Coamo, Villalba, Orocovis, Juana Díaz, Ponce, Jayuya, Utuado, Adjuntas, Lares, Sabana Grande, Maricao, Las Marías y Mayagüez.
Algunas de las carreteras que integran la Ruta fueron construidas en el siglo XIX por el gobierno español, siguiendo las curvas naturales del terreno y aún conservan sus pequeños obeliscos que marcan los kilómetros y los bolardos de hormigón que las caracterizan; luego el Ejército de los Estados Unidos conectó algunas de las carreteras de la montaña para proveer acceso al centro de la Isla, y más tarde el Gobernador Luis Muñoz Marín reconoció el encanto del Puerto Rico rural y tuvo la visión de enlazar las carreteras y caminos coloniales para que los visitantes pudieran encontrar en el interior montañoso un espacio sereno para el descanso y la recreación.
Disfrute el recorrido
La Ruta Panorámica no es sólo un camino para ir de un sitio a otro, es un lugar para estar, detenerse, disfrutar las vistas, las comidas típicas, los recursos naturales, los bosques. Los rótulos con el nuevo logo que identifica la Ruta guiarán al viajero por el corazón de Puerto Rico, para explorar y descubrir sus dramáticos paisajes montañosos y vistas de belleza tropical.
Debido a la diversidad de fauna y flora, la topografía, los usos del terreno y la presencia de diferentes recursos culturales y recreativos, la mejor forma de disfrutar esta ruta es por segmentos. El Plan de Manejo la divide en siete (7) segmentos o regiones que representan no sólo una afinidad natural de eventos y lugares, sino que son accesibles en corto tiempo. Cada región está integrada por varios municipios que tienen características comunes, tales como su historia, los recursos naturales y culturales, y los usos del terreno.
Miradores y áreas de descanso
El Plan de Manejo de la Ruta Panorámica incluye un Programa de Miradores e instalaciones interpretativas con unas guías de diseño para la rotulación, interpretación y construcción de áreas de descanso, miradores, y otras instalaciones a lo largo de la ruta. Como parte de este programa, se construyeron el Mirador “Piedra Degetau” en Aibonito y el Mirador Villalba-Orocovis, ambos en terrenos que habían sido adquiridos como parte de la construcción de la ruta en la década de 1970.
El Mirador “Piedra Degetau”, ubicado en la carretera PR 7718, Km 0.7, en el barrio Robles del Municipio de Aibonito, fue inaugurado en octubre de 1996 y se dedicó a la memoria de Don Federico Degetau y González, escritor ponceño y primer comisionado residente de Puerto Rico en Washington, entre 1900 y 1904. Las bellezas panorámicas del Sector La Torre y el área conocida como la “Piedra Degetau”, cuyos terrenos le pertenecían, le sirvieron de inspiración para muchas de sus obras. Varios de sus amigos ilustres visitaban con frecuencia este lugar, incluyendo a Don Luis Muñoz Rivera, Don Manuel Fernández Juncos y Don Ramón Frade.
El Mirador cuenta con varios bohíos, veredas peatonales, un área de juegos para niños, otra de estacionamientos, servicios sanitarios, y una torre de observación, desde donde se puede disfrutar de una vista espectacular del pueblo de Aibonito y sus alrededores.
Mientras, el Mirador Villalba-Orocovis, ubicado en la PR 143, Km 39.8 de la Ruta Panorámica, se encuentra a 1,000 metros (3,280 pies) sobre el nivel del mar y desde allí se observaron la Cordillera Central y la Costa norte de la Isla. También se pueden ver los Lagos Toa Vaca y Guayabal y el Mar Caribe, elementos de gran valor escénico y una excelente atracción turística para los municipios de Villalba y Orocovis.
Este mirador, que comenzó sus operaciones en mayo de 2001, cuenta con varios bohíos, veredas peatonales, terrazas de observación, un área de juegos para niños, otra de estacionamiento, servicios sanitarios e instalaciones para ofrecer a los residentes y visitantes la oportunidad de disfrutar las bellezas naturales y el paisaje de la Ruta Panorámica.
El impacto del acelerado crecimiento de nuestras áreas urbanas no ha tocado tanto a los pueblos de la montaña como a los pueblos de la costa. La actividad en los pueblos de la Ruta Panorámica se mueve a un ritmo más lento, y esas poblaciones aún conservan muchas de las valiosas tradiciones puertorriqueñas. Le invito a disfrutar la belleza natural del interior de la Isla recorriendo la Ruta Panorámica. Únase a los que encuentran serenidad en la neblina que asciende al amanecer desde el frondoso valle, en el melodioso canto del coquí, en el color de las flores, en las vistas del Caribe y el Atlántico, y en el gusto de saborear los platos típicos de la región.
Por Martha Bravo Colunga
Más en la edición #5 de alterNativo©.