Escena urbana. / Foto por: Tony González-Walker

“Santurcear” es un “verbo” de pura factura “cangrejera”. Dicen que el vocablo ya existía, pero sólo en el año 2009 -que ya se extinguió- cobró vida propia una ecuménica actividad que le da más vida a este neologismo tan pero tan nuestro.

Se trata de arteSanturce: de Barrio Obrero a la 15, un nombre que alude a la famosa canción de la salsa, tan característica de esta zona, que se regó entonces por todo el 100X35, y ya tiene insondables ecos internacionales.

Esta iniciativa sin precedentes se ha hecho cargo de traer a la palestra, conjuntamente, un sinfín de actividades de todo tipo (para ponernos a “santurcear” con más entusiasmo todavía). Entre ellas, una de las más emblemáticas es “Santurceando”, un conjunto de eventos que se lleva a cabo el último fin de semana de cada mes (de miércoles a domingo).

Convocadas por el Conservatorio de Música de Puerto Rico (CMPR), cuando trasladó sus operaciones a la histórica sede de Miramar, las principales instituciones culturales de la zona gestaron el singular proyecto arteSanturce. ¿La razón? “Buscamos la creación de un distrito de las artes que destaque a Santurce como una de las zonas principales de creación artística del país, y encauzarlo dentro del concepto de ciudad creativa”, se lee en su portal www.artesanturce.net (787-751-0160, extensiones 223 y 239).

De acuerdo con estos propósitos, esta especie de reconquista ciudadana quiere “lograr que la potencia transformadora de las artes sirva para el mejoramiento sostenido y creativo del entorno de Santurce... Crear un espacio de acción e interacción donde los actores culturales de la ciudad trabajen juntos para crear proyectos y programas innovadores, que fomenten el desarrollo de las artes y la cultura como herramientas para la transformación social y urbana. Todos -organizaciones, gobiernos, artistas, comunidades, empresarios- estamos convocados a este ágora de la creación”.

“Santurce, en estas dos millas desde que pasamos el Caño Martín Peña, por decir de Barrio Obrero hasta Miramar, contiene una densificación impresionante de instituciones dedicadas a la gestión artística y cultural. Obviamente lo sabíamos, pero al llegar nosotros a Santurce pone ese hecho en mayor evidencia”, admite María del Carmen Gil, rectora del CMPR.

A su vez, Gil confiesa que pensaba que no había “un foro donde podamos sentarnos y trabajar juntos”, pero existe. “Creo mucho en las alianzas, porque cuando trabajamos juntos hacia una causa común, logramos más que trabajando separada y desarticuladamente”, apunta.

Según la titular del CMPR, esta amalgama de voluntades es muy importante en momentos como éste, cuando “tenemos que hacer más con menos... pero, a la misma vez, los tiempos demandan nuevas visiones para presentar nuestra gestión. Siempre me parece que cuando podemos capitalizar en las fortalezas de cada uno, hacemos más. Queremos que el arte se convierta en parte cotidiana de este sector”.

En torno a la importancia de la gestión educativa, Gil comenta que la entidad que dirige se comporta casi “como si fuese uno los bookends (sujetalibros) del corredor”, considerando que en el otro extremo de la zona se inserta otra tradicional institución: la Universidad del Sagrado Corazón (USC).
“Propusimos -refiere Gil- una alianza en pro del desarrollo de las artes y la cultura, con el fin de que pudiéramos promover un sector que bauticé, desde el inicio, de Barrio Obrero a la 15, un nombre que vino primero que arteSanturce. Todo comenzó formalmente en marzo, con un concierto el Día de la Salsa”, recurriendo al concepto de una de las composiciones más conocidas de Willie Rosario. “Para mí era una especie de causalidad histórica que el Conservatorio, en su nueva sede, esté emplazado precisamente en la Parada 15... y me atrajo la idea de esta famosa canción.”

“Cuando miramos la historia de la música de Puerto Rico, muchas cosas que han pasado no serían lo que son sin Santurce, sin los personajes que han nacido allí, los cangrejeros”, afirma la Rectora para aludir a músicos y protagonistas de otras ramas de las Bellas Artes. Poco después del concierto, relata Gil, se dio la primera reunión de lo que se llamó formalmente arteSanturce: de Barrio Obrero a la 15.
Como líder de esta novel empresa sociocultural, el Conservatorio gesta una amplia gama de actividades musicales destacadas, y vale la pena mirar su cartelera individual (http://www.cmpr.edu/actividades/index.php).

Desde enero de 2010 y durante todo el semestre, con sus actividades cumbre en abril (3ra semana) el CMPR ha programado una vasta serie de actividades para celebrar sus 50 años de vida.
Al culminar 2009, por ejemplo, ya se ha presentado el legendario Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, uno de los principales exponentes del son cubano y sus variantes. Fundado en Cuba, en 1927, este importante grupo vino por primera vez a Puerto Rico para presentarse en un concierto al aire libre en el CMPR. Con la gracia y benevolencia atmosférica (que hizo un alto de lluvias en una noche mágica) los músicos cubanos se dieron cita ante una audiencia entusiasta, enardecida por sus sones hasta el baile improvisado. No faltaron los músicos del patio (entre ellos Andy Montañez) que tocaron y cantaron una canción dedicada al evento, con la que no sólo emocionaron a la audiencia sino al mayor de los integrantes del Septeto, Emilio Rodríguez.

Queda en el tintero que arteSanturce logre designar esta zona como un Distrito de las Artes (como sucede en muchas otras ciudades del mundo), de manera que se reconozca y apoye esta esencial gestión cultural, artística y educativa. El proyecto no tiene presupuesto propio, pues se nutre con aportaciones de las entidades gestoras, pero tal designación podría allanar el camino para que cuente con más apoyo.

“Lo que se gesta en este corredor también tiene el efecto de extenderse a los demás sectores. Santurcear es también mirar diferente, ver nuestro entorno diferente, para que Santurce no se pase por alto cuando se recorre la Capital”, reflexiona Gil.

Por el momento, las instituciones que conforman este esfuerzo implican a Casa Aboy, CMPR, Andanza, Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Ballets de San Juan, Centro de Bellas Artes (CBA), Ballet Concierto, Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR), Colegio de Arquitectas y Arquitectos Paisajistas, Corporación de las Artes Musicales, Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, Teatro Francisco Arriví y Victoria Espinosa del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Coro de Niños de San Juan, Mauro y la Universidad del Sagrado Corazón (USC).

Por Evelyn Otero

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