/ Foto por: Ricardo Alcaraz

Salir. Volcarse a la ciudad. Coger calle. Apoderarse de los espacios públicos. Porque más allá de la puerta de nuestras casas pasan cosas. Hay algo allá afuera. Y el arquitecto Norberto Guzmán Torres, secretario auxiliar de Urbanismo –y quien se crió en Río Piedras– lo sabe de sobra. Como muchos puertorriqueños, disfruta de la calle, de la cotidianidad de los barrios.

¿Cree que la presencia del Tren Urbano será suficiente para transformar el rostro de determinados sectores de la ciudad? Para que esa transformación se dé es necesario invertir en los espacios públicos. Fomentar el uso de la calle, de las plazas, de las aceras. Lo que está haciendo el Tren Urbano es abrir ciertos espacios para que un nuevo público los disfrute. Pero todo va a depender también de los empresarios, de la comunidad, que se ha mostrado muy receptiva. Pero también hay que tener cuidado: definitivamente hay que proteger el carácter de aquellas zonas que son históricas, que poseen identidad, como Río Piedras, un barrio que no podemos permitir que desaparezca. Porque la reedificación no necesariamente es lo que siempre conviene. Hay que proteger los vecindarios tradicionales.

Y de cara al turismo, ¿puede el Tren Urbano ser una herramienta para fomentar distintas atracciones, que no sean los habituales íconos, como el Viejo San Juan? Todo lugar tiene su atractivo. Bayamón posee su casco histórico y se pueden ver cosas típicas de Puerto Rico, Guaynabo es eminentemente residencial, pero también tenemos a Río Piedras, que cuenta con lugares como la Plaza del Mercado o el Paseo de Diego. Ahí, arquitectónicamente, podemos ver construcciones que datan de los años cincuenta, sesenta o setenta. En Río Piedras aún subsisten ciertas tradiciones, tanto en la arquitectura como en lo cotidiano, el día a día.

Otro ejemplo... Otro ejemplo sería lo que está ocurriendo con el nuevo centro de Hato Rey, que también exhibe un atractivo con potencial turístico. Ahí, por ejemplo, los ejecutivos que trabajan de día por la noche tienen acceso a restaurantes, al coliseo, al cine. Eso antes no ocurría y Hato Rey, que era sólo una zona de oficinas, después de las siete de la tarde era un área desértica. En este sector lo que queremos es crear un distrito de entretenimiento, como ocurre en lugares como Nueva York o Chicago. Donde los ejecutivos, lo mismo que trabajan, parisean. Ahora se disfruta en otro horario, con nuevas construcciones y viviendas.

¿De qué se trata ese futuro distrito de convenciones? Se trata de integrar elementos como el paseo lineal, el Coliseo y nuevas construcciones, como plazas, quioscos y edificios con restaurantes y comercio. Eso es lo que estamos planificando. Pero las posibilidades del tren son variadas, considerando que te conecta con los centros urbanos de la ciudad. Y el Tren Urbano a aportado a esos centros con inversiones. Así es el caso de Río Piedras, donde se desembolsaron 20 millones de dólares para mejorar aceras, calles, iluminación...

¿Qué importancia tiene para el Tren Urbano el turismo? En este tema, creo que el Tren Urbano debería modificar su mercadeo.

¿Pasa por un asunto de difusión? El Tren Urbano, cuando hay actividades, las difunde en sus estaciones. También distribuye calendarios dentro de los trenes. Además, hacemos uso de las estaciones, como sucedió cuando el TU cumplió su segundo aniversario.

Está claro que, al margen de la difusión, el TU compite además con las costumbres puertorriqueñas, como el uso exagerado del automóvil... Eso no es todo. Si queremos disfrutar del aTU, y por lo tanto de los lugares a donde nos lleva, también tenemos que competir con los centros comerciales, como Plaza las Américas, donde no hace mucho se hizo una feria de artesanos. La gente asistió, y no sólo disfrutó de las artesanías, sino que también del aire acondicionado. El tema es, ¿por qué no se hace ese tipo de actividades en Río Piedras, al aire libre, en un barrio típico? Claro, a mi me gusta la ciudad, soy arquitecto, a otros no...

¿Algún lugar para recomendar a los no pocos turistas que abordan el TU? Que vayan a ver el atardecer en el paseo lineal, donde hay una variedad impresionante de aves, donde se puede hacer ejercicio... Es una terapia. Lo otro es caminar por el casco de Río Piedras, ver el mercado, la cultura local que tenemos. Eso está ahí y se puede ver.

Por Leoncio Pineda

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