Gabriel Chancel
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[1] Cafetín y cash & carry Rivera Hermanas, en la Cale San Sebastián #157. Aquí encuentras a los residentes de San Juan. / Foto por: Millie Reyes |
Calle San Sebastián
Como visitante inicio mi recorrido en la Calle San Sebastián #157 encuentro la barra Rivera Hermanos [1] El espacio es acogedor. Mesas cómodas y ambiente familiar hacen al sitio ideal para encontrarse con vecinos del barrio y artistas del Viejo San Juan. Frente está La Sombrilla Rosa, en el #154 [2]. Mientras nos damos un “palo”, vale la pena disfrutar de sus paredes pintadas y espacio abierto a la acera. Continuando por la Calle San Sebastián #109, está la Casa Boriquén [3]. El edificio, propiedad privada, tiene en su fachada rojiza la obra plástica Don Pedro y los pitirres, del artista Dennis Mario. Es interesante preguntar a algún lugareño sobre estos pequeños pájaros, los pitirres, y lo que representa en la obra de Dennis Mario. Al llegar a la Plaza de San José se puede apreciar, a pocos pasos, el Tótem de la Plaza del V Centenario del Descubrimiento de América y Puerto Rico [4]. A la derecha está el edificio del Instituto de Cultura Puertorriqueña [5] y a la izquierda, siempre mirando al mar, el del Museo de las Américas [6].
Calle del Cristo
En una esquina de la Plaza San José está la Calle del Cristo. Bajando por ella, en el número 52, está el edificio que alberga al Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe [7]. Este edificio, del 1830, rodea un patio interior que vale la pena visitar. Continuando por la Calle del Cristo se llega a la Calle Caleta de las Monjas donde está la Plaza Felisa Rincón de Gautier [8]. Hacia un lado, la Catedral Metropolitana San Juan Bautista [9] y al otro, el Museo del Niño de Puerto Rico [10], cuyo horario de verano es de martes a viernes de 10:00 am a 7:00 pm. Recorrer la plaza, observar las esculturas y dejarse llevar por una de sus calles laterales es una de las formas de sentir al Viejo San Juan. Casas coloniales, balconadas y colores se funden con la vegetación de sus aceras y el empedrado de su calle para crear un espacio único del cual uno forma parte.
Calle San Francisco
Por la Calle del Cristo llegamos a la Calle San Francisco que nos conduce a la Plaza de Armas [11].
La vida de esta plaza transcurre con el movimiento de transeúntes que pasan, que esperan en alguno de los bancos, que se agrupan y conversan y que dan de comer a las palomas. En uno de sus extremos una glorieta y en el otro una fuente circular. Hay también tres pequeñas barras con mesas en las que se puede disfrutar de un café mientras se observa este nudo humano en el Viejo San Juan.
En el #210 está La Nómada [12], espacio dedicado a la experimentación artística. Se puede disfrutar de exposiciones de fotos y actividades que abordan diferentes temáticas sociales y culturales. Recorrer sus salas y contemplar las nuevas creaciones de artistas puertorriqueños es otra de las formas de sentir el barrio. Si avanzamos hasta el #300 de la Calle San Francisco nos encontramos con la cafetería La Mallorca [13]. Desde 1930 ofrece un interesante surtido en dulces foráneos y locales. Probar los quesitos puede ser una excelente opción en este lugar. En el #401 de la Calle San Francisco ubica el Caficultura [14]. Una cafetería que ocupa una de las esquinas de la Plaza Colón. Los desayunos y almuerzos, basados en ensaladas, se hacen con productos de pequeños agricultores locales. Vale la pena disfrutar de sus cafés elaborados con granos de Yauco, Ciales, Jayuya y Utuado.
Subiendo por un lateral de la Plaza Colón, Calle O’Donnell, nos cruzamos con la Calle del Sol. En el #277 está El Farolito [15]. Pequeña y amena barra frecuentada por vecinos y que comienza su ritmo a partir de las 7:00 pm. Lugar ideal para darse un “palo” y finalizar el recorrido cuando la Calle del Sol cruza la Calle San Juan.
Por Gabriel Chancel
Más en la edición #6 de alterNativo©.